domingo, 3 de abril de 2011

Mi nueva escuela

Entre todos hemos ido reparando la escuela. El gobierno nos dejó a pie. Pero ya no importa.  Si hubiera ido  a arreglar las cosas, el orgullo que siento por esos muchachos no hubiera crecido un 1000 por ciento. Los niños pobres son como los árboles: dan porque es natural (¿alguien ha visto un árbol que se guarde sus frutos o su sombra para sí?)
A lo mejor uno de estos días esas criaturas y yo construiremos  otra escuela, una más humana, una escuela no agresiva, una escuela útil.   Será un espacio abierto, con muchas plantas, infinitas plantas: que nuestros techos sean las copas de los árboles. Tendremos allí también  animales que no tendremos que sacrificar  en nombre del conocimiento.
Ahh sí, debe ser un  espacio íntimamente abierto, pa que la Naturaleza  con nosotros haga un redondel. Al fin y al cabo mucho de  lo que tenemos que saber de la Vida ella no los puede decir. Allí estaremos todos afinando los sentidos para escucharla a ella y para escucharnos a nosotros mismos.
Será como volver a los mágicos  solares de nuestra infancia de donde nunca debimos salir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades por ese logro que entre todos habéis conseguido, esos niños se merecen todo lo mejor, tú también, que la disfrutéis mucho y que sea, tal vez el principio, de un mundo mejor.
Un besote para toda la escuela.

TORO SALVAJE dijo...

Me conmueve tu mirada More.

Y la de ellos.

Besos.

More dijo...

Calma:
Amén,querida.Gracias!!
Un abrazo cálido.

Toro: besos igual para ti,querido.