domingo, 16 de enero de 2011

¡Qué lindo!

Qué lindo, él desde la comodidad de su oficina con aire acondicionado,
desde la posibilidad de sus tres comidas, sus postres y sus siestas;
desde la certeza de sus 100 guardaespaldas,
desde el rezo del ángelus dominical, él pide por las víctimas de las tragedias en Brasil y Australia.
Le pide a Dios que haga algo porque en realidad él está por encima de Dios y no se ocupa de las miserias humanas.
Estoy pensando, querido diario, que este hombre debería mandar a beatificarse de una buena vez.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me estomaga todo lo que huele a Vaticano. En esta vida, uno debe predicar con el ejemplo, siempre que pidas o prediques algo. Qué es lo que ofrecenellos?, qué ejemplo dan a sus seguidores y al mundo en general, creo en Dios, en el dios que yo creo, pero detesto a estas cúpulas, porque tampocos se puede generalizar ni juzgar a todas las iglesias igual, conozco varias que hacen mucho por la gente, que están al pie del cañón, y ahí es donde se entiende el ayudar y la misericordia, no desde sitios como el Vaticano o Torre Ciudad (sede del Opus Dei).
Un beso wapa

TORO SALVAJE dijo...

Lindo?

No sé yo eh...

Besos.

More dijo...

Calma:
Que suerte tienes mi querida, de las iglesias que yo sé, lo único que hacen es joder. Debe ser bonito tener la experiencia de que aquellos que están encargados de llevar consuelo, bienestar, alivio y de alguna forma una buena forma de rebeldía a quienes lo necesiten cumplan con ese sagrado deber. No es mi caso...no sé de ninguna iglesia... todos esos recintos, catedrales, iglesias, seminarios y afines, me inspiran sospecha, la sensacion de que algo malo ahí se está tramando.El único altar que yo la verdad reconozco, la única catedral a la que entro es a esa inmensa y bellísima que es la Naturaleza.
Y tienes razón, ellos no son ejemplo de nada... nada bueno.
Besos para ti, bonita.

Mariano dijo...

Y yo me creia acido jajajajaja.... toda una realidad tus palabras...

More dijo...

Saludos Mariano, gracias!