Querido diario:No puedo decir que me deshago en llanto.Debe ser porque sé que la Vida no se extingue a cuenta de que la señora muerte venga de visita a cumplir con tan penosa labor.
Hoy muere otro "Ernesto", uno de esos que se echan de menos, como Cardenal, como el Che. No hay mucho que se pueda agregar, quizás que mi memoria guardó aquella escena memorable de "El Túnel" en la cual él y ella marchaban en trenes paralelos, pero en direcciones contrarias. No creo que exista una imagen más perfecta de eso que llaman desencuentro. Triste, infame, pero perfecta.
Gracias por estar conmigo, vestido de libro, en mi fiesta de cuempleaños No. 14
Mi memoria más cercana también arrchivó esto: "Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización."
Al parecer, mi querido Ernesto, no era nada más la dignidad, sino la propia Vida, la mismísima Vida humana, animal y vegertal, lo que la globalización no tenía previsto.
¡Ahí nos vemos en el viento!